Escuela de Ingeniería Eléctrica y Electrónica

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Uno de los factores determinantes para hacer frente a las demandas de competitividad, modernización y reconversión industrial es la formación de personal muy calificado en áreas específicas y con una movilidad que le permita adaptarse a los cambios tecnológicos que caracterizan la industria moderna, es decir, una industria intensiva en tecnología para poder competir en los mercados de productos con valor agregado importante. Los Tecnólogos entonces deberían adquirir relevancia en el mercado laboral, puesto que resultan más económicos que los profesionales de la ingeniería, pero con la formación suficiente para adaptarse a los continuos avances tecnológicos. Víctor Manuel Gómez y Jorge E. Celis1 hacen un completo análisis de lo que ha sido la formación de nivel tecnológico en Colombia, remarcando su importancia para el desarrollo nacional.

A pesar de lo anterior, los estudios técnicos y tecnológicos en el país no son muy apetecidos debido a una subvaloración del graduado, reflejada en salarios bajos y a las limitaciones de desarrollo personal ante la imposibilidad de acceder a programas de posgrados dirigidos a los tecnólogos, pues la Ley 749 de 2002 lo impide. Es así como, de acuerdo con las estadísticas entregadas por el Ministerio de Educación Nacional, en Colombia a diferencia de los países industrializados, la pirámide de la oferta de profesionales está invertida; en la base existe una oferta reducida de técnicos y tecnólogos, mientras que el número de profesionales los supera en más de 5 a 1. Tal es el desbalance, que hay más graduados de posgrados que de tecnologías El problema se agudiza al considerar que un alto porcentaje de tecnólogos graduados opta por realizar estudios de profesionalización.